Uno de los platos más fáciles de cocinar y con un resultado espectacular. En muchos lugares lo cocinan a la barbacoa, pero si no tienes y tienes un horno, tenemos el problema resuelto.
Preparamos todos los ingredientes y encendemos le horno a 250 grados.
Mientras tanto sacamos el churrasco de la nevera y dejamos que se atempere a temperatura ambiente. Salamos con sal gruesa ambos lados del churrasco y lo ponemos en la rejilla del horno cuando esté en la temperatura deseada.
Ponemo una fuente con agua en la parte de abajo del horno para que recoja los jugos que la carne puede desprender con su cocción. Dejamos hacer el churrasco durante media hora.
Podemos acompañar el churrascon con alguna salsa especial. Podemos hacer un chimichurri argentino, un allioli o cualquier otra. Supongamos que hemos hecho un chimichurri. Al cabo de esta media hora de cocción, sacamos el churrasco del horno y lo ponemos en una bandeja y ponemos la salsa hecha en ambos lados del churrasco.
Lo volvemos a poner al horno durante una hora, recordando que al cabo de 30 minutos tenemos que darle la vuelta.
Podemos acompañar el churrasco con cualquier cosa. En nuestro caso te recomendamos unas verdura al horno. En esta segunda parte de la cocción de la carne, pon una bandeja con las verduras que más te apetezcan.
Al cabo de esta hora de cocción ya tenemos un gran churrasco al horno a punto para servir en la mesa.