Comer cebolla va de narices !!!
Es un alimento muy conocido en nuestra cocina y tiene numerosas propiedades nutricionales y medicinales.
Podemos consumirlo durante todo el año, tanto crudo como cocinado y tiene sus propios antibióticos –no es un sustituto de los antibióticos, pero si usas la cebolla a tiempo es posible que no la necesites después. El gran beneficio es todo nuestro sistema respiratorio. La tradición catalana dice que si comes cebolla no te costipas.
Se recomienda el consumo por sus propiedades antisépticas y diuréticas.
A tener en cuenta
A nivel nutricional:
Fibras: Las cebollas son una fuente de fibra, que contribuye a la ingesta de fibras solubles. El tipo de fibra presente en las cebollas puede reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como presión arterial alta, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca e infartos. También ayuda a reducir el colesterol, según la Federación Española del Corazón.
Vitaminas: 100 gramos de cebolla nos da el 11,5% de la dosis diaria recomendada de vitamina B6. Esto hace que las cebollas una buena opción para las funciones cognitivas y nerviosas, como la vitamina B6 ayuda al cuerpo a producir serotonina y mentina. Además, con una rodaja de cebolla, obtenemos el 5,9% de la ingesta diaria recomendada de ácido fólico y el 3,9% de la vitamina C que nuestro cuerpo necesita.
Minerales: 100 gramos de cebolla nos da el 8,5% del calcio que necesitamos diariamente para tener huesos y dientes fuertes. Además, las cebollas también proporcionan manganeso.
Propiedades y beneficios
Bueno para la circulación
Previene la formación de coágulos sanguíneos, promueve la circulación sanguínea y ayuda a combatir enfermedades relacionadas con la mala circulación.
Diurético
Promueve la eliminación de líquidos corporales, por lo que es muy recomendable en pacientes con insuficiencia renal, gota, cálculos renales o edema.
Bactericida y expectorante
Debido a su contenido de compuestos ricos en azufre, es, junto con el ajo, uno de los mejores remedios naturales para combatir los procesos infecciosos del sistema respiratorio (influenza, bronquitis, faringitis, etc.). De hecho, un remedio ampliamente utilizado es colocar una cebolla dividida por la mitad junto a la cama por la noche.
Digestivo y purificador
Promueve la digestión estimulando el hígado, la vesícula biliar y el páncreas aunque debe evitarse en casos de acidez estomacal. La cebolla es capaz de eliminar las toxinas y los fermentos que se producen en el estómago después de la digestión.
Si la cocinamos, ¿perderás sus propiedades?
No. La mejor manera de comerla es cruda, pero si la usamos para hacer un sofrito, se recomienda no cocinarla mucho o si está hecha, con poco aceite.