El motivo más obvio para escoger este tipo de productos, en el sentido de obtener beneficios inmediatos, es la calidad y la salud.
En el mundo de la carne, son animales que viven junto a casa y por tanto, se reduce, y mucho, el tiempo transcurrido entre la producción y la consumición, por lo que las propiedades del alimento se mantienen casi intactas. Tenemos un mayor conocimiento y control sobre su procedencia.
Aplicamos las normativas catalanas sobre producción y bienestar animal, consiguiendo una mejor calidad y un mejor sector primario.
Por tanto, existe una vigilancia doble: por parte de los organismos regulatorios y por parte del consumidor. Todo ello se traduce, en general, en un mayor aporte nutricional, en mayor salubridad y en sabores más intensos.
La carne de Girona tiene una muy buena reputación ganada con los años y esto es consecuencia del trabajo bien hecho por nuestra gente.
La huella medioambiental
Existen motivos medioambientales muy importantes. Este tipo de productos son mucho más sostenibles, puesto que se consumen menos recursos naturales y combustible en el transporte. A la larga, con el slow food, se reduce la huella ecológica.
Un ahorro económico
En principio, menos costes en transporte y en intermediarios deberían asegurar un mejor precio de cara al consumidor.
Imagen de país
El producto de proximidad significa también apoyar económicamente a la economía más cercana y local y, consecuentemente, al territorio en el que cohabitan consumidores y productores.
Un montón de ventajas y ningún inconveniente